miércoles, 14 de octubre de 2020

Constelación de caricias

 Sin entonar la más sencilla de las melodías, sus miradas cantaron las más dulce canción. Sin miedo a las heridas, mostraron su piel desnuda de armaduras y comenzaron a sentir la más pura de las energías. Sin palabras suficientes para describir un sentimiento tan simple, se dijeron todo.


Una mano acaricia suavemente la espalda y no necesita más. El corazón colmado de besos que no cesan alimentan a una felicidad que triste, yacía en la esquina del olvido.


Una estrella de luz cálida asoma en el horizonte apoderándose de mis sonrisas. Una calma incómoda antes del prime beso. Una tormenta incesante que nunca acaba, gracias a Dios, nunca acaba. Y desear morir desnudo siendo el hombre más rico del mundo.


Y ahora sí, te entrego todo, mi estrella. Y ahora sí, quiero que tú sonrisa sea eterna. Y ahora sí, no busco porque encuentro. Y ahora sí, quiero el eco de un beso eterno.





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