sábado, 17 de octubre de 2020

Victoria

Ahogado en el cansancio pensó en abandonar, pero no se lo permitió. Luchó fielmente contra sus instintos, sabiendo que no siempre ganaría, pero solo le bastaba vencer una vez. 

Preguntando una y otra vez por la razón de un sacrificio tan agudo y sin sentido, nunca supo que responder. Solo actuaba como su corazón le ordenaba. No lo abandonó.

No creyó en mentiras con pinceladas de alguna verdad. Bebió de las puras aguas de lo auténtico y no cejó en su empeño de lograr lo imposible. Mil veces fracasó. Una fue la que venció. Y el resto de su vida vivió con la felicidad. 



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